Hola, Creepers,
Acercaros,
No tengais miedo.
El abuelo Smith os quiere contar...
Un cuento.
La nieve ya caia en el pueblo,
Los niños salian a jugar.
Quizás deberian vigilar,
Un cocinero está llegando a la ciudad.
Se sienta cerca de los que ahora juegan,
Se pone bien derecho su bombín,
Saca su cuchara y una cazuela,
Y les canta una canción que dice así...
A todos los niños,
De esta ciudad,
Seguid mis pasos,
Mis dulces pasos.
A todos los niños,
De esta ciudad,
Seguid mis pasos,
Os prometo dulces hasta reventar.
Pobres jovenzuelos engañados,
Se han dejado llevar por un extraño.
Y ahora,
Ahora están atrapados,
En una cocina,
Con verduras, pasas y apio.
Por fuera estaba llena de colores,
Por dentro escondia el terror,
Tres semanas estuvieron encerrados
En una cocina con un cocinero...
Y una canción.
A todos los niños,
De esta ciudad,
Seguid mis pasos,
Mis dulces pasos.
A todos los niños,
De esta ciudad,
Seguid mis pasos,
Os prometo dulces hasta reventar.
Y cuando toda esperanza parecía perdida,
Y aprovechando un descuido del cocinero.
Algunos niños descubrieron que en el sotano
De la cocina estaban los dulces con los que
Tanto habian fantaseado.
El cocinero,
Al ver tal osadia,
Corrió a por ellos,
Pero lo que él no sabía
Es que los niños de alli ya habian salido,
Y encerrado, rodeado de dulces, le habian dejado.
A todos los niños,
De esta ciudad,
Seguid mis pasos,
Mis dulces pasos.
A todos los niños,
De esta ciudad,
Seguid mis pasos,
Os prometo dulces hasta reventar.
A todos los niños,
De esta ciudad,
Seguid mis pasos,
Mis dulces pasos.
A todos los niños,
De esta ciudad,
Seguid mis pasos,
El cocinero malvado de la Navidad.