Escondí en una caja de zapatos trozos de corazón Que no encajaron al pegarlos, noche y día Pasé intentando reconstruir los hechos Pero nunca fue el mismo el que latía en mi pecho. El médico me dice que ya está muy usado, Que debería tirarlo, Quizás sólo me quede vendérselo al diablo ¿Porqué será que entiende de lucha y sacrificio? Mentiras, dije muchas, pero no por vicio, Es por que en un poeta esto son cosas del oficio. Y si no espero a nadie pero llaman al timbre de mi casa, Y al preguntar ¿Quién es? Me dicen, soy el amor que pasa. Hadas del olvido que al recordar aparecen, Nombres que pensabas que se habían ido ya, Quien pide perdón se equivoca dos veces, Pues tú te haces débil y el amor se va.