San Martín de Castañeda, Espejo de soledades, El lago recoge edades De antes del hombre y se queda Soñando en la santa calma Del cielo de las alturas En que se sume en honduras De anegarse, ¡pobre!, el alma... Men Rodríguez, aguilucho De Sanabria, el ala rota El cotarro no alborota Para cobrarse el conducho. Campanario sumergido De Valverde de Lucerna, Toque de agonía eterna Bajo el caudal del olvido. La historia paró, al sendero De San Bernardo la vida Retorna, y todo se olvida Lo que no fuera primero.