Con la piel encendida de tormentas Y un océano oculto en el bolsillo Desanduvo su fuelle y su osamenta Como un gato en zaguanes y pasillos Fue Piazzolla por garra y por talento Prepotencia de genio y de trabajo Y fue el mago del barrio que nos trajo Un milagro de cielo y arrabal Tu voz, che Pantaleón Perfuma Buenos Aires como un ángel Y gime cuando suena un bandoneón Tu voz, Ástor es hoy Y estalla en los umbrales de otros tangos Que asoman todavía Con ecos camorreros de tu adiós Con Ravel y Pichuco en sus entrañas Y un arreglo en gotán del paraíso Va limpiando de olvido y telarañas Los resabios de un cielo sin aviso Y al final de conciertos y zapadas Con el último gesto en rebeldía Se le pianta a la muerte y cada día Piazzollísimo vuelve a ser triunfal Tu voz, che, Pantaleón Perfuma Buenos Aires como un ángel Y gime cuando suena un bandoneón Tu voz, Ástor, es hoy Y estalla en los umbrales de otros tangos Que asoman todavía Con ecos camorreros de tu adiós Que asoman todavía Con ecos camorreros de tu adiós