Huele a decadencia En la difusa frontera que separa fantasía de realidad Divisando la caída de las almas sumisas Sumergidas a la corriente de la normalidad En esta sociedad que enferma Obtusa conciencia Río del Olvido eterno en el Hades del planeta Beben del agua que la sed no sacia Olvidan la semilla que brota en la Tierra Miran hacia arriba y se visten de cobardía Cierran los ojos, para no escudriñar al miedo Que su falso Dios predica Ya no pueden soñar Presos del tiempo avanzando sin demora Mientras la mandíbula de esta rutina multiforme Se devora, la esperanza rota Manchas de sangre, el plato decoran No se cuestionan Solo carne y entrañas No recuerdan su empatía esquelética Azufre, hambre, lava, pólvora, escenario perfuman Existencia mecánica Esta humanidad qué con mentiras Espejismos la esclavizan Ante la injusticia Indiferencia se eterniza el río que contamina Pero la esfera gira, felicidad ficticia Fundida en las tinieblas En lo profundo de este mar del que no se puede regresar En el río del olvido, un corazón podrido Un cerebro agusanado que yace en lo perdido El sol oscuro, que alumbra las sombras eternas Las coronas de las bestias que nos lanzan a la mierda Quieren calmarme, quieren callarme Quieren bañarme en el olvido como un cobarde Soy el fuego de Prometeo La sangre que infectará el Leteo El dueño de mis Moiras La voluntad del universo entero Odio al poderoso, los que mantienen al rico con la miseria de otros Romperé sus rostros con mi lanza letal Con mis garras de oso La quimera de mi canto espantoso Es el caos de la noche y el día La agonía de los ricos, la alegría de los pobres sufridos No callaré, no olvidaré No tomaré del olvido No callaré, no olvidaré No tomaré del Río del Olvido El tártaro se tragará los Campos Elíseos El Bate y el Crismo El Apotegma del cataclismo En el Río de la Muerte y el Olvido, olvidaremos nuestra Mente, nuestro cuerpo y el camino En el Río de la Muerte y el Olvido, olvidaremos nuestra Mente, nuestro cuerpo y el camino En el Río de la Muerte y el Olvido olvidaremos nuestra Mente, nuestro cuerpo y el camino En el Río de la Muerte y el Olvido olvidaremos nuestra Mente, nuestro cuerpo y el camino