La pandilla de locos Que pasea por mi esquina. Pareciera que bajaron Del cielo en paracaídas. Con gorritos socarrones Y las caritas pintadas. Con narices de mi infancia Y una adultez dormida. Van con los pies en el aire Y las manos en el suelo. Solo utilizan las sogas Para llegar hasta el cielo. En un mar de adrenalina Viajan con sus malabares. Una carpa pan del día, Un circo como estandarte. La mano de una madre En la caricia de El Bolsón. Una plaza que acobija Los sueños y la razón, De vivir con los sentidos Para tomar decisiones. Siempre fueron literales Ante aquella afirmación, De arte por revolución. Las montañas los resguardan De la estatua de cemento. Allá lejos en los años No podían ver más lejos. Pero el hombre por su esencia Fue más que su horizonte. Sin cursos curriculares Supo aprovechar sus dones. In vitro fue el estado Hacia la liberación. Conectarse con su obra Y luego la desconexión. Para ir volando alto, En sueños sin tener sueño. Un día a dedo descubrieron Que hacía falta mucho más... Que dinero para el sol! Que dinero para el sol! Que dinero para el sol!