¿Por qué? ¿Por qué el fuego de tu boca ya no quema? ¿Por qué no entiendes, cómo antes, mis problemas? ¿Por qué no escuchas, como entonces, mis poemas? ¿Por qué? ¿Por qué si quiero acariciarte te retiras? ¿Por qué tus ojos en los míos no se miran? ¿Por qué mis celos ni siquiera te lastiman? ¿Por qué? ¿Por qué tus manos ya no juegan en mi pelo Ni con las mías yo acaricio el terciopelo De tu ardiente y salvaje candidez? ¿Por qué Está frío lo que ayer fue ardiente fuego? Ya no se elevan tus plegarias con mis ruegos Te siento más distante cada vez ¿Por qué? ¿Por qué si quiero acariciarte te retiras? ¿Por qué tus ojos en los míos no se miran? ¿Por qué mis celos ni siquiera te lastiman? ¿Por qué? ¿Por qué tus manos ya no juegan en mi pelo Ni con las mías yo acaricio el terciopelo De tu ardiente y salvaje candidez? ¿Por qué? ¿Por qué está frío lo que ayer fue ardiente fuego? Ya no se elevan tus plegarias con mis ruegos Te siento más distante cada vez ¿Por qué? ¿Por qué está frío lo que ayer fue ardiente fuego? Ya no se elevan tus plegarias con mis ruegos Te siento más distante cada vez?