Recuerdo de mi infancia la alegría De medirme la edad en cada marzo La tremenda ilusión con que veía Crecer todos los años mis zapatos La fuga cotidiana y la paciencia De jugar con mi sombra a la escondida El tiempo me trató con indulgencia Aún me asombro de cosas parecidas Tiempo de la niñez Tiempo de tías De tanta candidez Del alma mía. Tiempo de dialogar Con los juguetes Aprendiendo a volar En barrilete De reír y llorar Sin más secuela Que empezar a vivir A toda vela De ir con Buffalo Bill A la aventura Con su viejo fusil Y su montura Recuerdos de la infancia que regresan A templar los sentires más umbríos De esta vieja rutina que no cesa De llenarnos el mundo de vacío De ponerle etiquetas a la gente A los sueños, al miedo, a la conciencia Recuerdos que deambulan por mi mente En busca de algún resto de inocencia Tiempo de la niñez Que todavía Alumbra la avidez Del alma mía Avidez de vivir Intensamente Avidez de salir De la corriente De saber el valor De una sonrisa De abarcar el amor Sin cortapisas De llamar al pan, pan Y al vino, vino Sin dejar de luchar Con los molinos