Mi drama, señor juez, es la historia Que puede comenzar por el final Ya sé que en lo grotesco de mi gloria No es fácil parecer sentimental La vida que le di fue una tortura Y su alma soportó mi frenesí Mis celos terminaron en locura Y en medio de un infierno, me perdí Y vi neblina en sus ojos Cuando mis dedos de acero En su cuello de nácar Bordaron un collar Rodó besando mis manos Y apenas pudo gritar Su voz se ahogó sin reproche Y así mansamente, tuvo fin su noche Tengo su angustia en mis ojos Y no la puedo arrancar ♪ Yo quiero, señor juez, con esta historia De un crimen tan perverso y tan brutal Que no haya ni una marca en su memoria Ni sepan que era buena y le hice mal