El fin de año huele a compras, Enhorabuenas y postales Con votos de renovación; Y yo que sé del otro mundo Que pide vida en los portales, Me doy a hacer una canción. La gente luce estar de acuerdo, Maravillosamente todo Parece afín al celebrar. Unos festejan sus millones, Otros la camisita limpia Y hay quien no sabe qué es brindar. Mi canción no es del cielo, Las estrellas, la luna, Porque a ti te la entrego, Que no tienes ninguna. Mi canción no es tan sólo De quien pueda escucharla, Porque a veces el sordo Lleva más para amarla. Tener no es signo de malvado Y no tener tampoco es prueba De que acompañe la virtud; Pero el que nace bien parado, En procurarse lo que anhela No tiene que invertir salud. Por eso canto a quien no escucha, A quien no dejan escucharme, A quien ya nunca me escuchó, Al que su cotidiana lucha Me da razones para amarle, A aquel que nadie le cantó. Mi canción no es del cielo, Las estrellas, la luna, Porque a ti te la entrego, Que no tienes ninguna. Mi canción no es tan sólo De quien pueda escucharla, Porque a veces el sordo Lleva más para amarla. Mi canción no es del cielo, Las estrellas, la luna, Porque a ti te la entrego, Que no tienes ninguna. Mi canción no es tan sólo De quien pueda escucharla, Porque a veces el sordo Lleva más para amarla.