Dijo Armando un día que la veleta al girar Tiene sus defectos cuando tiende a exagerar Porque finalmente puede suceder Que transforme en diestra lo que a siniestra empezó. Para ser veleta es necesario profesar El profesorado del purismo y criticar A los que se embarran por hacer algo mejor De este mundo hipócrita y su vieja concepción. Te lo dice un loco que no deja de buscar Entre tantas luces, engañosas por demás, La dulce estrellita de la libertad. Yo conozco bien a esos tipitos y el sermón Que prepararon siempre que presenten, como hoy, Que está cerca el tiempo de empezar a cosechar Todo lo sembrado a fuerza de amar y sangrar. Son tan peligrosos como aquel viejo escorpión Que le prometía no clavarle su aguijón A la pobre rana si lo ayudaba a cruzar Las aguas del río, pero nunca lo cumplió Y se ahogó con ella con suicida propensión. Te lo dice un loco que no deja de buscar Entre tantas luces, engañosas por demás, La dulce estrellita de la libertad. Hoy escucho voces disconformes de este amor Y dicen lo mismo que nuestra diestra en cuestión. Se declaran "puros", "de la izquierda celestial", Son los que le complicaron todo a Salvador Tras la cordillera, te recuerdo con dolor. Las revoluciones no se ganan sin saber Que no hay enemigo más difícil de vencer Que los que a siniestra parecieran compartir Y se sientan siempre a la diestra a digerir. Te lo dice un loco que no deja de buscar Entre tantas luces, engañosas por demás, La dulce estrellita de la libertad.