Primera ¡Adentro! Cuando salí de Santiago, todo el camino lloré Lloré sin saber por qué, pero sí les aseguro Que mi corazón es duro, pero aquel día aflojé Dejé aquel suelo querido y el rancho donde nací Donde tan feliz viví, alegremente cantando En cambio, vivo llorando igualito que el crespín Los años ni las distancias jamás pudieron lograr De mi memoria apartar y hacer que te eche al olvido Ay, mi Santiago querido, yo añoro tu quebrachal (¡bueno!) Mañana cuando me muera, si alguien se acuerda de mí Llévenme donde nací, si quieren darme la gloria Y toquen a mi memoria la doble que canto aquí ¡Segunda! ¡Adentro! En mis horas de tristeza, siempre me pongo a pensar Cómo pueden olvidar algunos de mis paisanos Rancho, padre, madre, hermano con tanta facilidad Santiagueño no ha de ser el que obre de esa manera Despreciar la chacarera por otra danza importada Eso es verla mancillada a nuestra raza campera La otra noche a mis almohadas mojadas las encontré Mas ignoro si soñé o es que despierto lloraba O en lontananza miraba el rancho aquel que dejé (¡bueno!)) Tal vez en el campo santo no haya un lugar para mí Paisanos, voy a pedir que cuando llegue el momento Tírenme en campo abierto, pero sí, donde nací