Violinista de los montes, Músico del campo nuestro, Se te va yendo la vida Entre zambas y recuerdos. El arco deshilachado Conjuga todo los tiempos Y llora todo los lloros De la esperanza y el sueño. Con tu violín de tres cuerdas, En verano y en invierno Sigues tocando y tocando, Hasta que se entra el lucero. Tu fortuna es de amistad, No sabe lo que es dinero. Los sentires que te animan, Están más allá del tiempo. Cuando llega el carnaval Cruzas montes y potreros, Y sales buscando fiesta Con tu silbo de señuelo. Con tu ponchito gastado, Cubres tu violín zambero, Igual que a un niño dormido Lo cuidas a tu instrumento. Violinista de los montes Músico del campo nuestro. Así te pasas las horas Entre danza y zapateo, Y de vez en cuando tocas La danza de tus recuerdos. Entonces te trae la tarde, La luz de unos ojos negros Que prometieron volver Y que lejos se perdieron. Violinista de los campos, Músico humilde del cerro, Cómo llora tu violín Eternizado en el viento. ¿Quién sabe si muchas veces Tu violín no tendrá miedo De quedar solo en el campo, Bajo la luz del recuerdo? Cuando llega el carnaval Cruzas montes y potreros, Y sales buscando fiesta Con tu silbo de señuelo. Con tu ponchito gastado, Cubres tu violín zambero, Igual que a un niño dormido Lo cuidas a tu instrumento. Violinista de los montes Músico del campo nuestro.