Para zurcir mi vacío, Me pondré un dedal de cobre, Muchos hilos de colores, Y la aguja del estío, Que derrita tanto frío, Y me aclare las pupilas, Las papilas gustativas, Y la pena que me abruma Cuando un árbol se derrumba Vuelan miles de semillas. Vuelan miles de semillas, Aunque el ojo no las vea Y hasta en la tierra mas yerma Va brotando la gramilla, Y aunque es tarea sencilla La ansiedad nos paraliza Tantos miedos, tanta prisa Arrebatan los verdores Y los profundos temblores Con que nos viste la risa. Con que nos viste la risa, Cosquillita paseandera, Que se descuelga ligera, Como un viento que acaricia, Campanita que repica, Igualita a nuestra infancia, En tu risa no hay mudanza, Ni una sombra de la duda, Su candor no disimula, Y su trino no descansa. Para zurcir mi vacío, Me pondré un dedal de cobre, Muchos hilos de colores, Y la aguja del estío, Que derrita tanto frío, Y me aclare las pupilas, Las papilas gustativas, Y la pena que me abruma Cuando un árbol se derrumba Vuelan miles de semillas.