Eran tiempos difíciles de mi Córdoba amada La Plaza San Martin Frente a la catedral y el Bar Sorocabana Allí la conocí tomando aquel café, la tarde que llegaba Y me quedé en su sol, colgado de su amor hasta la madrugada Nos fuimos de la mano, mientras amanecía Queriendo conocer latidos de otra piel, contándonos la vida Hotel Emperador, refugio del amor entrada clandestina Lugar que nos unió al fuego y la pasión y a nuestra despedida Como quisiera encontrarla en una mañana, decirle cuanto la quiero La quiero, cuanto la quiero Como quisiera encontrarla, cruzar las miradas Decirle que, de aquel beso, yo, yo sigo preso Porque te fuiste muchacha enamorada, donde quedó tu sol Sueño de estudiante Me cuentan que te vieron por calles de Madrid con tristeza en el alma Yo sigo acá en Córdoba cantándole a la vida Y cuando por las noches voy al Sorocabana Me atiende el mismo mozo, el GATO El que nos presentó con poquitas palabras Cuanto tiempo pasó, parece que fue ayer de aquel beso en la plaza Hoy te sigo esperando Tal vez una mañana encuentre tu sonrisa Brillando como un sol y sin tristeza en el alma Eran tiempos difíciles de mi Córdoba amada El tiempo ya pasó mi corazón quedó en el Sorocabana Y en esa mesa estoy, mirando como ayer, por si de pronto pasas La noche se me vá, y el gato en el café me dice hasta mañana Como quisiera encontrarla en una mañana, decirle cuanto la quiero La quiero, cuanto la quiero Como quisiera encontrarla, cruzar las miradas Decirle que, de aquel beso, yo, yo sigo preso Como quisiera encontrarla en una mañana, decirle cuanto la quiero La quiero, cuanto la quiero. Como quisiera encontrarla, cruzar las miradas Decirle que, de aquel beso, yo, yo sigo preso