Anteayer me entregabas tu calor, divino primor; Ayer me repetías que me amabas con pasión Hoy desechas mi esperanza, tus ojos me lo dicen y tengo que callar. Y pensar que la mirada que observaba en el corazón, Fallaste compañero, hoy tenemos que llorar, No te culpo, culpable fue el destino, Quise quererla tanto y hoy se la llevó. No! no te vayas corazón, sin decirme el porqué me quieres dejar. Ven! te suplico mi bien, que sin ti moriré en esta soledad. No! no te vayas corazón, sin decirme el porqué me quieres dejar. Ven! te suplico mi bien, que sin ti moriré en esta soledad. No! no te vayas corazón, sin decirme el porqué me quieres dejar. Ven! te suplico mi bien, que sin ti moriré en esta soledad. No! no te vayas corazón, sin decirme el porqué me quieres dejar. Ven! te suplico mi bien, que sin ti moriré en esta soledad.