Escucha sus fuertes pisadas Tu corazón se agita Eres presa de una hambrienta manada Corres más, más Por la húmeda selva Es imposible pero esperanza de vivir conservas Quieres dejar La vida violenta Porque comprendes Lo absurdo de la guerra Por que te colmaron los abusos A tu cuerpo Te obligan a abortar Te pesa ese recuerdo Esta decidido serás libre O morirás en el intento Aunque pocas triunfan Y mas han muerto Y el fin de tu vida Lo defina una bala en tu cuerpo Quizás lo logres sigue corriendo Desde mi rancho sus gritos de dolor escuche En su último suspiro llamaba a su madre Inés Era Ana maría una niña de 16 Que por la violencia era juzgada con dures Le cobraron el pecado De defender sus derechos Expresarse y luchar por su techo Con una condena De violación tortura y muerte Sus pechos mutilados Exhibieron ante la gente Para que obedeciéramos El control Para que huyéramos En silencio O mas niñas gritar oyéramos O nuestras hijas serian Las que morir viéramos. Ella creía que sería Como en las novelas Pues había sufrido Mucho en la vida Esperaba quede un cuento El príncipe apareciera Y creyó encontrar El amor de su vida El que fue su esposo El que a golpes la acariciaba El que de sida la enfermo en su cama Era parte de la rutina para ella Su último suspiro fue Por eso esta historia No cuenta ella. Es otra ama de casa Otra obrera Otra prostituta Otra guerrillera Otra madre soltera Otra sindicalista Otra de derecha Otra izquierdista Otra blanca, otra negra Otra india Otra joven, otra niña Otra desplazada Otra periodista Otra mujer mas que muere Pero a quien importa Importa a los que hacen en mujeres Sus campos de batalla A la impunidad que olvida y calla Que a ti te importe seas hombre o mujer Podría tu hija ser Tu madre, tu esposa También usted.