Nada de robarte el corazón ni convencerte Sé que estuve bien todo este tiempo antes de conocerte Siempre va a poderse recular y somos buena gente Tengo tanta fe en nosotros, que nos creó hasta dejándonos de amar Y qué si nadie me obligó a jugar Tengo mis mejores fichas en la mesa Y un miedo tremendo igual si se tuerce una pata Si cae todo al piso como pasa a veces en mi comedor Tampoco da cagarse tanto Es menos la ruleta rusa y más la Conga o el Robamontón Pero qué vértigo que da, me hace extrañar la soledad A veces porque su recuerdo se parece a la libertad de no querernos tanto Pero el viento en tu aleteo a mí me fortalece el vuelo Y es por eso que tengo tan claro que, tan claro que Tan claro que te quiero