Rin rin. El despertador de las siete y cinco Yo me levanto pegando un brinco Y maldiciendo al amanecer que me pone en pie Y eso que es domingo Los jubilados juegan al bingo Yo salgo a ver si con suerte me extingo Y ya no tengo que enfrentarme con los tipos de interés Y voy abriéndome paso entre las legañas Y discutiendo con una araña Se me hace tarde por quinta vez En lo que va de semana Y pierdo el metro y pierdo las ganas De cambiar el mundo esta mañana Se me enfrían las tostadas y se me amarga el café El día despierta. Yo medio dormido La cosa que arde. Y yo muerto de frío Las calles me brindan sus rotos y sus descosidos Y yo desilachándome el corazón Desilanchando el corazon mío Habrá que salir de casa con armadura Tener el móvil con covertura, llevar un arma por las dudas Cultivar la sangre fría, apoyar la economía, afeitarse cada día Mantener la compostura. Rellenar un formulario Cumplir todos los horarios, respetar el calendario Ni salidas del armario, ni castillos de papel El día despierta. Yo medio dormido La cosa que arde. Y yo muerto de frío Las calles me brindan sus rotos y sus descosidos Y yo desilachándome el corazón Desilanchando el corazon mío El día despierta. Yo medio dormido La cosa que arde. Yo muerto de frío Las calles me esquivan. Yo prosigo mi camino Voy desilachándome el corazón Desilanchando el corazón mío Voy descosiendo. Mi corazón