Alma, bendice al Señor Rey potente de gloria De sus mercedes Esté viva en ti la memoria ¡Oh, despertad! Arpa y salterio entonad Himnos de honor y victoria. Alma, bendice al Señor Que los orbes gobierna Y te conduce paciente Con mano paterna Te perdonó, De todo mal te libró Porque su gracia es eterna. Alma, bendice al Señor De tu vida la fuente Que te creó Y en salud te sostiene clemente Tu Defensor En todo trance y dolor Su diestra es omnipotente. Alma, bendice al Señor Por Su amor infinito Con todo el pueblo de Dios Su alabanza repito Dios, mi salud, De todo bien plenitud Seas por siempre bendito. Amén