¡Cuán firme cimiento se ha dado a la fe, De Dios en su eterna Palabra de amor! ¿Qué más Él pudiera en su libro añadir, Si todo a sus hijos lo ha dicho el Señor? "No temas por nada, contigo Yo soy; Tu Dios yo soy sólo, tu ayuda seré; Tu fuerza y firmeza en mi diestra estarán, Y en ella sostén y poder te daré." "La llama no puede dañarte jamás, Si en medio del fuego te ordeno pasar; El oro de tu alma más puro será, Pues sólo la escoria se habrá de quemar." "No habrán de anegarte las ondas del mar, Si en aguas profundas te ordeno salir; Pues siempre contigo en angustia estaré, Y todas tus penas podré reducir." "Al alma que anhele la paz que hay en mí, Jamás en sus luchas la habré de dejar; Si todo el infierno la quiere perder, ¡Yo nunca, no nunca, la puedo olvidar!"