Voy a coger el mar y ponerlo a tus pies Por si te falto, te mezan sus olas, Robarle y darte su aroma con aliño de pino Del camino de Ronda. Voy a bajar la estrella que te regalé, A la que pienso dejarle mi boca, Y darle mi voz al monte para que te nombre Si lo abrazas sola. Y sabes que no nos iremos sin dejarle Sin sentido al placer, Hundido a cupido sin nada qué hacer De tanto que nos quisimos. No nos iremos dejando desangelado el vergel, Sin llevar a cuestas colchón y sonreir, Sin hacer ni un solo ruido. Abrevaremos donde nadie pueda ir Y allí poder destronar la cordura, No echar en falta el equipaje, que en este viaje Sobran vestiduras. Y sabes que no nos iremos sin dejarle Sin sentido al placer, Hundido a cupido sin nada qué hacer De tanto que nos quisimos. No nos iremos dejando desangelado el vergel, Sin llevar a cuestas colchón y sonreir, Sin hacer ni un solo ruido. Ya arreglaremos cuentas Construyendo escaleras Que a tu quimera te puedan llevar, Otra vuelta de tuerca Que me haga estar más cerca, Que ni una gota puedas derramar. Y sabes que no nos iremos sin dejarle Sin sentido al placer, Hundido a cupido sin nada qué hacer De tanto que nos quisimos. No nos iremos dejando desangelado el vergel, Sin llevar a cuestas colchón y sonreir, Sin hacer ni un solo ruido, Tirando del hilo del anochecer, Quedará lo vivido como una patena De hacerlo tan bien, Sin que quede una grieta que pueda doler.