Quise empezar por deshojarme con palabras Para que vieras los enjambres que guardaba, Los nidos tan rotos, esperando el reto De otro vendaval. Que tanto ansiaron los fantasmas a que vuelva, Apostados en las palomeras, poniendo señuelos En cepos hambrientos al verme pasar. Ya sé a qué sabe la tierra, De los abrazos con la camisa de fuerza Y si hay algo en el cielo, se harta de reír. Trillaré la vida entera Para separar lo que pueda servir Y luego aventar lo que quede de mí. Quise remar con mis remansos de cieno, Andar de la mano de butroneros, Pasando el plumero por los agujeros De mi libertad. Que son reyertas cada muesca de mis ramas Allí até la cuerda que ahorca las mañanas, Haciendo de un hombre solo el estandarte Que quiso llevar, el de la soledad. Ya sé a qué sabe la tierra, De los abrazos con la camisa de fuerza Y si hay algo en el cielo, se harta de reír. Trillaré la vida entera Para separar lo que pueda servir Y luego aventar lo que quede de mí.