Hoy me he puesto a buscar a oscuras en mi memoria, Un sueño que antier perdí borracho Y creo recordar que el sol ese día venia sin sombra Y en un olivar, con una luna acabe Jugando y follando y nacía la aurora. Recuerdo muy bien que salí por la tarde A colarme en el baile de la soledad Y, después de bailar, me senté a pensar sin acordarme, Que para no agobiarme, a veces mejor, Mejor no pensar y olvidar el trance. Y como pude y no pude logré levantarme, Que se pudre el aire y quiere respirar. Y me fui a vivir, y me puse a ensuciar de nuevo mi sangre, Pa liarme a reir y con la risa tener con que limpiarme, Con que limpiarme, con que limpiarme!!! Recuerdo que empecé a beberme las calles y no vomité. Recuerdo que remé y que no encallé, Y no se si fallé cuando me dio por tirar a darme, Pues no me enteré, estaba muy bien hilvanando el viaje. Recuerdo que paré en un bar-garaje A ponerme a punto para el traqueteo. Y recuerdo que entré en el lado salvaje A iniciar el montaje de otro tiroteo, Y recuerdo al salir que alguien me dijo: ¡que bien te veo!... ¡y yo te creo! Y me acuerdo que mis dedos se pegaban al quemar costo culero, Que un nota había traído de un lugar llamado: el extranjero. Y después de la fumada, levanté el vuelo Pa tragarme bocanadas de aire fresco, Y recuerdo, que al momento encontré una rama Donde había movimiento de ojos abiertos y alegres caras, Y brujas con juego lanzando el fuego de sus miradas. Y recuerdo humo y pistoleros sin balas. Y recuerdo tumulto y musiquilla con caña. Y que volé de allí cuando eran las tantas, A seguir paseando mi alegre trajín en otra rama, Y fue al llegar, cuando vi a la luna del olivar y empecé a soñar. Y el sueño que perdí, contiene sus encantos. Y miro por aquí a ver si encuentro un cacho Del sueño que perdí borracho, borracho, borracho.