Nunca sabré si meterme ni salir Nunca diré lo que tuve que decir, Y cuando se me empañe el corazón Arrancaré de cuajo el sol de las encinas. Pude ser buen sereno, muy feliz. Tan vacío, tan contigo que sin ti No soy mas libre y sabes que un gorrión No aceptará jamás la vida con rutinas. De la tristeza, viento, De la tierra su herida. Nací contracorriente En el andén de ida. Ahora caigo porque sé por qué caí Entre frutos que sembré, que recogí Más que tormentas de la rendición Pido alegría, pido manojos de caricias. De la tristeza... Mis recuerdos son un patio de lacoma. El destino es aceptar o estar perdido En procesiones que van por fuera.