Para encontrar el cielo, no busqes tan allá; Aunqe no te hayas dado cuenta, tú sabes dónde está. Así olvidas los sueños mecidos por el mar; Sueños de los qe jamás debimos despertar. Cuando nos crucemos no me llores, por favor; Ya sabes qe llevo, para ti, siempre una flor. Si qieres qe te dé mi flor, Susurra en mi oído y convénceme. Si qieres qe te dé mi amor, Tendrá qe ser otra vez. Cuando me qedo solo y me da por pensar, Pienso tu cuerpo desnudo y ya no puedo parar. Tu boca se aproxima, tus manos, ¿dónde irán? Tu lengua me domina y pierdo la voluntad. Cuando nos crucemos, no me mires con rencor; Ya sabes qe llevo, para ti, siempre una flor.