Dice mi dios que pequé Y que mi alma he condenado Pero de ti le conté Y fácil me ha perdonado Que del edén le robé Flores para tu tocado. De flores un ramillete Yo te voy a regalar Con ellas un brazalete Donde tendrás que grabar Vida que tú prometes No dejarlas marchitar. Siendo el campo tan florido Yo solo quiero a una flor Todo el jardín es testigo Que me duele el corazón Por no tenerla conmigo Ni ser dueño de su amor. Una blanca margarita Que en mis praderas floreaba Era tan tierna y bonita Que cuando se marchitaba Por salvar mi florecita Yo la misma vida daba. Muchas flores en el campo Ya he dejado marchitar Mientras riego con mi llanto En mi pecho aquel lugar Dónde sembraste tu encanto Que nunca podré olvidar. Cuál capullos que florecen Cuando el sol los ilumina Mi corazón se enternece Al mirar una tarima Pues mi amor le pertenece A una linda bailarina.